Pues sí.
No podíamos dejar de pensar que este diálogo de Platón tenía que ser traducido a otras lenguas. Así nos asegurábamos que en diferentes territorios se trabajaría el tema en la lengua materna o educativa.
La primera traducción ha sido a la lengua gallega, tan bella y con tanta sonoridad.
Esperamos que desde aquellas tierras espléndidas se disfrute de su lectura y de su representación en teatro de sombras.
Gregori Navarro